En tu mirada se relame el deseo
y tu voz se descuelga en trinos
cuando dejo caer al suelo mi vestido
y germinan en ti los versos
que tu alma le dicta a tu cuerpo.
Tu pasión se vuelve bebida
llenando la copa de mi alma
y mi piel responde agigantada
al instante erótico que respira,
y es esa pasión sin medidas
que me deja el alma empapada.
No hay arte en la pasión
si los cuerpos se entienden
y las almas no,
solo será un reducido
momento de diversión.