Dos mentes somnolientas separadas por la distancia de un respiro, lejanos como el presente, tan cercanos como el olvido.
Sentimientos afloran al oír tu respiración tranquila y taciturna acompasada con mis latidos.
Duerme sueña y vuela sin preocupaciones ni miedo alguno, que velaré tus sueños y ahuyentaré el vacío.
Es romance saberte ausente, lejana y pensar en ti como un niño enamorado.... buscando cortar una flor de tu jardín para ingenuamente cultivarla en mi corazón herido, o simplemente guardarla en la página de algún libro.
Mi niño duerme y tu niña ríe.