angelillo201

La Gaya Miseria. Por tierra de Avaros

En la libreta de notas y  cuentos había anotado unas lineas de un relato, pero el principio del mismo estaba en páginas anteriores, y habría de explicar que pasó por el tiempo del medio  antes de empezar por el principio:
 el laberinto del tiempo y su quietud.  estoy dentro en movimiento de difuntos. Voy cayendo a trozos para mañana no ser nada.  Hay dejación atmosférica envolviendo, presión solar que no deja de amenazar los cultivos. La temperatura no baja de treinta grados y estamos rozando octubre. Solarquía sería un buen nombre para la cooperativa- Pero  donde- ¿ dónde está esa gente que me quiera acompañar a las regiones solares?  ¿ Puedo yo solo multiplicarme por esporas dentro de un invernadero? Necesito a los demás, pero los demás están tan muertos como yo. Mi tiempo discurre en un monótono empobrecimiento y trabajo, que debe dar ejemplo y frutos. Y  eso solo es posible dándole forma y producción a este caos sin sentido. cincelar no mi curriculum,  que cada día es más pobre. los logros académicos de la juventud  se desvirtúan cada hora. Se tuercen al no añadir más estiércol empresarial con nuevos títulos de  formación. Y la tierra, cada día se hace más pobre si yo no llego a tiempo. El cielo es un avaro miserable. Ha cerrado las nubes para no dejar caer una gota de agua. Un imbécil de la radio, economista, asegura que así se desestacionaliza el turismo y todos los españoles salimos ganando. Turismo de sol y playa desde enero a enero.  Y se despide diciendo:
Ya veremos como le va a  Portugal que llueve más.
El Ayuntamiento de vall d´uixo defiende esta postura medio ambiental. Se lo explico a Marta La he visto después de dos meses sin vernos. No de forma casual, sino porque la he llamado. No la veía  desde que seco la charca el ayuntamiento para que no hubiera mosquitos en verano. Y todos nos fuimos de las tierras ocupadas, un poco hartos los unos de los otros. Igual que yo volví solo y feliz de que se hubieran ido haciendo mis apaños con el agua de una fuente tirando de carretilla. A lo que el resto dijo que estaba loco. Luego me canse de estar solo y les llame. quizás por discutir.
 ¿ sabes que lloré cuando secó la charca el Ayuntamiento, Marta?- es  lo primero que le digo mientras pedimos un café.
Lo imagino-  me contesta ella porque sabe que pocas cosas son las que podemos sentir  y amar con sentimientos  de  pertenencia en vall d´uixo gente como nosotros. La charca del puente de san José lo era, como la tierra que habíamos ocupado y ahora ocupo solo. El resto del pueblo, su patrimonio, su gente, su cultura  es tan  repudiable para nosotros siendo gente de aquí, por bárbaro que suene esto, como para un  policía nacional, o activista de españa 2.000 , la  cultura musulmana.  cualquier signo de civilización, de cultura local, de fiesta de vall d´uixo, incluso sus gentes, reciben un fuerte rechazo de nuestra parte. Nuestra situación en este sitio había llegado a tal extremo, que solo viviendo como bárbaros excluidos podía comprender nuestro comportamiento,  y su manifestación exterior más superficial era rechazo a la cultura local, festejos, a sus políticos. Por dentro un profundo asco, depresión, rabia, ante la gente de aquí, que era la que menos nos podía importar su sufrimiento de todo el planeta.  Nos recordaban nuestra situación de penuria y exclusión cada petardo lanzado al cielo. Eran ellos, el enemigo nativo de vall d´uixo, nuestro opresor que vivía puerta con puerta con nosotros. nuestro violador  era el policía local, el concejal de turno en su mandato, el empresario del barrio, el festero que se estaba divirtiendo martirizando a un toro. Como disfrutaban con la pobreza de sus vecinos. Yo  en este pueblo había recibido insultos de gitanos, payos, incluso  policía local me hacia comentarios desagradable sin tapujos cuando me veía, o  mis vecinos de alrededor. ¿ como iba por lo tanto a tener cualquier signo de amor hacia esta gente? solo podíamos amarlos desde la humillación, es decir desde el masoquismo.
¿ sabes que el propio ayuntamiento disfruta y recomienda disfrutar con el empobrecimiento de sus vecinos?- dije esto en voz alta en medio del bar sin darme cuenta de que me oían. Nadie dijo nada. Marta no se extrañó de escucharme  decir tal sandez ,pero si me rogó que siguiera hablando por esa vía.
Veras Marta, dame tu mano.
Marta extiende su fina y  diminuta mano en la mía mientras yo iba deslizando un dedo entre sus líneas.
La ruina es un signo hoy  del fracaso del individuo, y el triunfo del progreso. El sistema es radical, no hay termino medio. Tu y yo formamos parte de esa legión olvidada, la que no se recuerda ni viva ni muerta. En palabras de cualquier imputado por corrupción o contertulio de la televisión: \" los pobres son incompetentes mentales. no merecen recuerdo ni respeto\"
suelen hablar así cuando les entrevistaba por sus casos de corrupción , que los jueces y fiscales le blanquean.
El obrero simplón,  que es el obrero cognitivo, el que tiene un trabajo cualificado,  el que a gente como a nosotros  descalifica, y admira por contra a este tipo de gente corrupta y funcionalista.  esta como absorto por la tecnología que le ha sacado de una vida dura en lo físico. Ignora , o mejor dicho, desprecia cualquier otra existencia que no venga dada por el algoritmo:
\" toma lo mejor para ti\"
 Claro que se queja de vez en cuando:
el sueldo, las vacaciones, la fatiga laboral,  los inmigrantes que llegan; pero hasta en eso es hipócrita...
Marta me pregunta:
¿ Y nosotros?
Nosotros nos hemos convertido en avaros.
Ríe por la salida improvisada:
¿avaros...? Jaaa
Prosigue, me retira la mano y ya la uso para mover el café.
Lo dices porque no me has pagado las patatas y los ajos que compré para sembrar.
No Marta, no lo digo por eso. Sabes que acordamos por consenso que aquello fue una inversión que hiciste fallida. tu viste como nos destrozaron las patatas los chiquillos... y los ajos, robados por alguien que sabia lo que hacia.
te dije que los recogieras cuando estaba gordos- apunta ella.
Pensé que unos días más les iría bien para estar más maduros Marta. Tu perdiste ocho euros, y yo el tiempo y el esfuerzo.  Además, todo no ha sido así. Las lechugas a veces nos la han respetado. Tu te llevas las hojas de fuera y yo las de dentro.
Las de dentro siempre tiene algún bicho. Una vez me salió un gusano- me recuerda el motivo de por qué tenía que deshojarle las lechugas.
Marta parece desanimada con los recuerdos y la conversación. Estamos a punto de irnos.Nos aburrimos juntos y por separado.
Pago yo- me dice ella
Gracias le respondo- añado un- ya sabes Marta como estoy.
En hambruna estamos todos- su respuesta nos identifica, somos gente excluida, como los avaros en sus tiempos, pero aquí cada uno por un motivo, o por mil. El conjunto es difuso.El motivo de derrota personal  de marta o los de marta, no los sé. Y el mío, tampoco  tengo claro como esa corriente ideológica me ha ido arrastrando hasta quedarme flotando inerme, en ocasiones, y en otras nadando a contra corriente.  A veces creo que los excluidos sociales son los verdaderos nadadores contra corriente, en otras ocasiones, que son los actuales judíos, haciendo una analogía con la Alemania nazi, también llamada alternativa para España.
Al salir a la calle y recordar la palabra que he empleado ante marta, avaro, y que es de un escrito anotado en mi libreta de cuento aplicada en mi esquema mental a nuestro huerto, el huerto de los avaros. sin duda en mi cuento estoy etiquetando el proceso que nos ha convertido en esa clase de seres desgraciados que no importan a nadie.  huerto de los avaros por el sustento material que debe proporcionarnos el trabajo para seguir viviendo como miserables, el trabajo de la tierra.  Ahora tengo que quitar el plural y sacar a Marta de esta historia Su breve papel ha terminado. Como el de Pablo. Estoy solo ocupando unos bancales de un ayuntamiento liberal que cree en el destino personal. Claro que es mentira, dicen esto porque les toca decirlo. Un reverso de algo tan positivo como la agricultura tiene este terrible dato:
 la miseria.
Sin embargo, conforme hacia fotos para acompañar estas lineas, había todo lo contrario en mis sentimientos. Volvía la contra corriente de la exclusión. Igual que marta que no pensaba vivir del trabajo del campo, sino que lo hacia por el recuerdo a su padre fallecido  que fue agricultor. A mi con el pico y la azada en la mano me emocionaba vivir. veía entre cebollas, ajos, acelgas, borrajas... la literatura de Blasco Ibañez. Yo era el personaje principal de la barraca. Los robos, los agresiones, que sufría eran de vecinos. Una venganza moruna. querían que me fuera porque ocupaba primero las tierras del molino del tío Demetrio y después del Ayutamiento. Pero allí estaba yo, aguantado entre cañas y arena, y hambre, mucha hambre. Hambre empujando la carretilla con agua, y solo, muy solo. Sin una familia al volver a casa a la que contar que los guisantes crecían, y había traído un puñado de bachoquetas ecológicas. Y ellos, los del el pueblo,  los que me llamaban radical, violento, amenazador ,y habían que destruirme, como se hace aun animal dañino. pum, pum, venga el petardazo y los campanazos.  Así con alegría, me entere de en mis tierra ocupadas iban a hacer una zona verde para atraer a los turistas.  Tierras de labranza, ocupadas por el césped. De este modo uno se vuelve bárbaro, aborrece la política. se excluye un poco más, se hace más avaro, incluso discurre como un avaro. Así es como empecé este cuento titulado páginas anteriores  en esta libreta: el huerto de los avaros: la salva.  Incluso antes de escribirlo , había hecho un vídeo en youtube titulado así . Por eso empleé esta  la  palabra avaro ante marta. le hizo gracia, porque creía improvisada, pero era premeditada.  se debía a una anunció del facebook del ayuntamiento sobre la compra del molino y las tierras que  yo ocupaba. Ahora sabía  lo que pensaban hacer.
El huerto de los avaros, la salva.
Un avaro de los tiempos de la exclusión social en España, en el año 2017, supo en una ocasión que habían comprado sus tierras  de las que no tenía derecho legal por sufrir este estigma social de ser excluido, un  ayuntamiento de castellón financiado por los emiratos árabes. Nada podía hacer el avaro más que reconocer la situación, y mendigar  una porción de aquella cantidad de tierra que  iban a gastar para ocio el ayuntamiento, es decir , para nada productivo. de este modo el avaro pediría que le dieran una pequeña parte. Como los ayuntamientos de aquella época ya no hablaban con la gente, sino que mandaban empresas privadas a intermediar, o la policía, el avaro se adelanto mandado un vídeo salva explicativo a las autoridades, que por cierto borraron de inmediato después de verlo y concluir que estaba editado por el avaro cuya cuento de usuario era el impertinente. En este se mostraba al avaro en su hogar entre trastos viejos hablando:

Dios proteja a nuestra alcaldesa por haber comprado sabiamente la tierra de los avaros. Ala el verdadero profeta le dé muchos años de legislaturas por proteger la hacienda publica de los despilfarros del anterior equipo de gobierno que ha hecho que la joya de castellón acabe en bancos usureros. Por eso lo avaros le suplicamos que nos deje seguir en estas tierras que llevamos ocupando años. Siglos diría yo. Sabemos que en estas tierras  valencianas, de alma mora y de gente del desierto,cuando a  alguien lo quieren expulsar o marginar, le quitan el agua. Así se dispuso con nosotros. Se nos quitó el agua con la excusa del mosquito, porque alguien se  quejo al ayuntamiento. como nosotros no somos nada, ruegos de que era un error no sirvieron, la charca se seco y ahora hay más mosquitos. Es decir, el foco no estaba en el manantial. Es bueno para el medio ambiente, incluso para la sociedad, que estemos nosotros en estas tierras presente. Y si teméis por el turista, el turista puede pasar a saludarnos mientras padecemos fatigosamente trabajando. Paz y bien hermanos socialistas.
A lo que una nota respondió:
\"Hermanos míos, que el ahorro o como se llama ahora la gestión nos guié a todos, avaros y ciudadanos, como si fuera el verdadero profeta. que los sometidos rueguen por la calles  pero no con manifestaciones, y llamen a las puertas de los despachos de las administraciones. No se las cerramos al amigo caído en desgracias con el pretexto del mérito o el curriculum. Dar en lo que se necesita es cosa de progreso, no se debe en esto ser cicatero ni comerciar con el sometimiento de las laboriosas gentes. Respondemos con un ya veremos, tiempo al tiempo,  paz y bien para el que le va bien\"
En esta historia abierta, como en muchas historias esta llena de intereses miserables y sufrimientos, algunos llenos de estupideces, de modas, como el turismo. Una lacra como la usura. Aquí vemos como se junta la expulsión de unos, nativos, para que lleguen otros, que no se van a quedar ni comprender nada de este cuento, turistas.
Angelillo de uixó.