Venas arrancando el silencio,
pupilas ahuyentando la melancolía.
Recíprocos suspiros que encarnan
una esperanza aún visible
entre el ventanal de la vida.
Burlas transparentes
que gritan por no aullar.
Palpitantes respiraciones recorriendo
la sed de la misma existencia.
Luz entre mil olvidos,
las gentes lamentando la propia esclavitud;
tal vez la muerte goce,
tal vez se arrepienta de su propia infinitud.
Luna, como el aurora
que mis brazos suspiran
cuando el lago de los miedos
ahoga el mediodía.
Cómo arrebata cada ilusión,
cada víctima sin dueño,
cada cuerpo encerrado
bajo el manto de estrellas que palpitan entre el cielo.
Creo en vencer aquel silencio
que exprime almas de estío,
creo en vencer esta oscura agonía,
pronto se convertirá en una eterna alegría.
Juro clavarle el puñal
donde mis garras desvanezcan su presencia,
impetuoso viento solloza para imponer el declive,
de esa fuerza cuya aura tantas vidas ha prohibido.
Nuestro espíritu desatado
que tanta primor transmite,
logrará vencer
ese mal interrogado.
AMS. Para mi abuelo y mi profesor de historia. Y para todas aquellas personas.