Es mi vida que carga con el sabor amargo, que deja la soledad,
Es como un veneno que te va matando lentamente, como el cáncer
Silenciosa mente, donde no te das cuenta que los días se te van acabando,
En el medio del silencio que te rodea y te acompaña, en cada paso quedas
Ni siquiera te deja pensar cuando será, tú pasó final,
Son raíces que nunca acaban de brotar, son como una selva salvaje
Que mantiene un hielo que cala los huesos y cristaliza el alma,
Como el corazón, que se ahoga en medio de la selva y el follaje de ella
Del desprecio, la ignorancia y la depredación de los malos,
Que se alegran con el dolor y las des gracias ajenas
Que la vida me traza y me hace vivir en medio de un lago de llanto,
Donde gota a gota, se acumulado por tantos años que se apartó la felicidad
Si mi sonrisa se apartó de mi cara y al hacerlo me duelen las llagas de mis labios,
Al estirar la piel de mi cara, que las cargo por años que han pasado
Es tanto el tiempo, que la verdad ya ni me acuerdo,
Cuanto tiempo ya ha pasado dentro los años que he cabalgado
Porque el tranco de mis pasos, el sol a quemado mi rostro,
El hielo que apartido mi cara y mis pies desgarrados
He decidido cabalgar el tiempo que me queda antes de partir,
Sin que mi cuerpo quede tirado y desgarrado en medio del camino
Pidiendo al cielo que se apiade y me mande a alguien,
Qué me regale un minuto de amor, antes que mi corazón
Ya su latido no se sienta más y deje de latir,
En medio de la amargura de un caminante, con un corazón en soledad
Autor eco del alma
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Antofagasta, 14, 09, 2017.