Te recuerdo como un sueño,
Como un ayer que quedó,
Un instante que pasó,
A pesar de tanto empeño;
Sé que nunca fui tu dueño,
Botón que se marchitó;
Aquel adiós me dejó
Sólo tu rostro risueño;
Sé que soy algo prohibido,
Una aventura fugaz;
El caprichoso Cupido
Volvió a ser tan falaz:
Sin embargo, no te olvido,
Ni te olvidaré jamás…