La alegría sedujo mis nervios y mi boca,
A mi sangre y a mis venas
Precisamente cuando la noche
Dejaba de latir en un susurro apenas
Las palabras renacían invocando a otras
Despertando la saliva de mi lengua.
Todos los idiomas la alegría conoce
Y las formas de silenciar las penas.
La alegría hoy lustró mis botas,
Ordenó mis secretos y maletas,
Alteró las sílabas del nombre
Que figura en mis cartas y encomiendas.
La alegría pintará mis ojos y mis hojas
Vacías, escribirá sus letras
Inasibles en mis dedos insomnes
Y agitará mi pulso como a una marioneta
Con intervalos súbitos fecundará mi historia
Hasta hacer germinar la vida nueva,
Efímera tal vez, pero en el goce
El corazón irriga lo que sueña.
(Poema de mi autoría publicado en el concurso XVIII Concurso de Poemas Temáticos Red Social de Poesía: \"Alegría\")