Como esta melodía, un camino marcando
con pasos de destino al infinito orientado,
hacía allí voy recorriendo estos espacios
sumando esperanza como nuevo topacio
hasta que alguna vez sepas cuanto te amo.
Ahuyentas al silencio en musical vivencia
vibrando melodía de suave aquiescencia;
me despojo de todo el lastre que es guerra
para ser como el viento libre en esta tierra
y volar por el cielo en tu voz de paciencia.
Es esa calma que me tiene atado a tu vida,
la que me hipnotiza en un hechizo sin días,
porque el tiempo perdió su razón de serlo
quedando desconocido ayer para perderlo;
habita en mí el futuro que tu ahora aspira.
Desesperante paz que inquieta la soledad
es haber sabido tu momento con felicidad;
sabores que dan a esa crédula amargura
por textura, amor de paladar sin censura:
es la serenidad de tu afecto que hace amar.
Conservo desde que esa noche te confirmó
la señal de una luz estelar que me lo señaló;
era el brillo de tanta inocencia constelada
porque todas ellas quedaron asombradas.
Cada estrella en mis sueños sobre ti habló.