marlowe

Tu mano en la mía

Amada mía…

Tu mano en la mía,

Tus ojos llenos del amor más puro consumen mi alma,

Y hondamente mis pupilas consumen la tuya.

Acaricio suavemente tus dedos con los míos, una y otra vez,

Beso el dorso de tus manos, con dulzura y temblor,

Recorro con mis labios los espacios entre tus dedos,

Tu cuerpo se estremece junto al mío,

Mi boca besa y muerde suavemente el palmar de tu mano,

Tus dedos extendidos sienten el calor de mis labios,

El jugueteo de mi lengua con tus nudillos, arrancan un quejido de tu boca,

Mis labios viajan sensualmente hacia arriba,

Las caricias de mi aliento cálido han erizado los sutiles vellos de tus brazos,

Tu rostro extasiado con los ojos cerrados suspira y tus manos aprietan las mías,

Una plegaria tierna, gritas algo que mi corazón sabe,

Y que mi boca complace besando cada pedacito de piel de tu faz,

Amada, tu respiración entrecortada susurra,

Tus ojos abiertos me miran con dulzura y ansias,

Lagrimas bienhechoras caen y refrescan mis labios,

Como brisa tras los árboles siento tu aroma de mujer llenando el espacio,

Un mensaje de eternidad llena los sentidos,  

Cuando tu boca y la mía se juntan y la pasión no aguanta,

Nuestro amor se eleva, tus sueños son los míos.

Mar agitas a Mar, cuando nuestras aguas se desbordan,

Nuestro amor tirita y el cielo se abre,

La melodía de nuestros corazones rompe con el nuevo día.

El dios lo sabe es amor para siempre.

Amada mía…

Tu mano en la mía.