La tarde magullada de cráteres
curvadísima sobre mi infinita angustia
dentellea con rabia mis confusos delirios.
La lejanía gime en medio del abismo,
anochece en las úlceras de la tierra
desparpajado hirsuto, relámpago viril.
Cada pensamiento crucificado
se disuelven en el nadir elíptico de lo efímero,
donde lo tangible se cansa de estar vivo
y lo posible se inmola en aciagos dilemas,
sobre el núcleo de los escombros de mis latidos.
Mi analfabeta tristeza se ovilla prostituta
por mis flagelados traumas patibularios,
sobre el mismísimo polo del naufragio
de mis indisciplinados sentimientos.
Donde vertebrean alquitranados olvidos
Y hacen metástasis lenitivo recuerdos
alli muero bajo la picota de tu silencio.
Vivo, sobre la química opalescente de tu amor.
Nelly Herrera