Fuimos fuego mi amigo
Corrimos como sólo la gente libre sabe, con una sonrisa en nuestra cara, una maravilla en nuestros corazones y una lágrima en nuestras almas.
Fuimos fuego, mi increíble amigo, mi compañero de batallas, mi escudero en peleas, mi absolución de la guerra.
A pesar de mi ambigüedad, a pesar de mis silencios incómodos, a pesar de mi grito inconsciente.
Estuviste allí como los verdaderos hombres, sin decaer hasta el final. Incluso sabiendo que las sombras aplastantes de mi oscuridad podían llegar a tomarlo todo.