No te bajaré la luna
ni te haré promesas falsas
porque se que a estas alturas
tu experiencia me delata.
Se que quieres poesía
sin decir una palabra
dictada con maestría
entre dos y en una cama.
Un deleite a la mirada
es tu cuerpo de escultura.
Bajo por curvas cerradas,
las curvas de tu cintura.
Descarrilan mi cordura
tu piel acaramelada,
tu esencia a mujer madura,
tus manos de chica mala.
Eres perfecto equilibrio
de experiencia y rebeldía
Si eres el fuego que quema
yo seré tu masoquista
Si llegas como tormenta
yo iré en barcas de opalina
Tus defectos los precisos
para creer que estás viva,
que no eres un espejismo
de mi mente que alucina
Con el brillo de tus ojos
podrías opacar el sol,
con tu boca de pasión
calmarías mis enojos.
Cuando veas que mis antojos
coinciden con tu intensión
pasearé por tu mansión
explorando tus recodos.
Con tus labios color rojo
tatuaras mi corazón
mientras quito tu blusón
y todo lo que esté en medio.
He traído un manicomio
solo para nosotros dos,
porque en esta habitación
Somos locos sin remedio.
Hoy tu cuerpo y mi cuerpo
son sinónimos perfectos
yo seré tu complemento
tu para mi, mi universo.
Sin cohibirnos, sin censura
Desatamos la locura
en un nudo de ternura
entre el vino y la penumbra,
en esta noche sin luna.
Sin tabúes, sin modales,
sin las cadenas mentales.
Liberemos de las jaulas
todos tus deseos carnales.