Corriendo veloz entre una gran multitud
de gente: muda y sorda…
Despavorido huyo de mí mismo
buscando
un lugar donde esconder mi dolor
y poder lavar los cabellos de mi conciencia.
Me pierdo en las arenas doradas de una playa
virgen
donde los cuernos afrodisíacos
de los rinocerontes
se entremezclan en un mágico poema
épico
con los restos abandonados de unas tribus
que practicaban en origen
la grandeza
de vivir pegados a la madre naturaleza.
Corriendo veloz entre la multitud me pierdo…