AL BORDE,
(Un poco de mi, en esta mañana gris)
Dìas cuando despierto al borde de la locura,
que pienso y pienso, y a mi alma triste no siento,
y del tiempo me corre la prisa y premura,
por terminar de conciliarme con el viento,
quien me llevará en sus alas a la espesura,
donde se abre la noche y acaba el tormento.
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¡Si! me confieso estoy al borde del abismo,
perderme sin fe y en total escepticismo,
creo, que no habiendo ningún conocer firme,
en el cual pueda encontrar opinión segura,
de eso que demanda cristiana sepultura,
cuando aciago momento llegue de marcharme.
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Y nada mas cierto, viaje del tren procuro,
con la paciencia entrecortada y resistencia,
ciega, contando años de larga desventura,
anhelo compañia y el amor en mi existencia,
sin mas armas que fragancia de mi esencia.
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Pero el dolor me persigue con insistencia,
los recuerdos no se diluyen con el alba,
y en las noches son cruel castigo para el alma,
¿Hasta cuando he de padecer por la partida,
en nostalgias sumida, sangran mil heridas?
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Porque él no volverà jamàs a mi lago ardiente,
el se fue lejos y no se adonde fué,
si a la tumba de ciegos o al valle de ruegos,
yace muerto, ¡Yerto! para mi vida, aquel està,
Y ¿Como hacer para sacarlo de mi mente?
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Compañero de mi viaje, amor de mi vida,
¿Porque tan sola me dejaste sin piedad?
viviendo ésta la amargura de mis penas,
maldito el amor que sin besos son condena,
enraizado abrigo, yo me niego a soltar.
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Al encuentro no vendrá, enemigo de mi bruma,
de aquella pasada felicidad de espuma,
aunque pasen muchas lunas, sequen los mares,
y me mate el orgullo en esta soledad,
nunca abrazarè de nuevo otros brazos traidores,
y lanzarè al abismo esta necesidad.
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Raquelinamor
Septiembre, 2017