La misma señora,
su escoba,
el rostro cansado,
las hojas
del árbol viejo,
la calle en silencio.
Ella sabe
que caerán más hojas,
el hijo llegó tarde,
¡Ah, si Juan...,
no hubiese mu e r t..\".
Ella cuela el café,
el hijo se viste.
¡Ese uniforme, Dios!
El hijo se va,
Ella mira
por la ventana,
la patrulla se aleja,
será eterna la noche.