Una mirada etérea nos convierte en cómplices
de una balada inédita que se despliega sin precedente
el brillo de tus ojos me revela un mural de cicatrices
una pintura de tu pasado con más nostalgia y misticismo que las obras de Francisco Goitia.
También percibo un mensaje cifrado en tu mirada
no creo estar equivocado
a leguas se ve que anhelas un viaje infinito
conmigo
resuelvo tu arcetijo al compas del ademán y la sonrisa
tu ruborizas
con ello me confirmas que lo he develado.