No te buscaba
pero mi alma te necesitaba,
no era letrada
pero por dentro un poeta dormitaba,
nunca tuve una historia
pero en mis sueños tus huellas encontraba.
Y fueron...
incontables las noches
añorándote en mi cama,
eternas las horas
en la soledad de la madrugada,
ensordecedor el silencio
que guardaba mi almohada.
Y sucedió...
un poeta
dio a luz su primer verso,
un lápiz y un cuaderno
descubrieron su designio eterno,
ahora ella
te escribe versos... ©