Solo yo y mi conciencia
Buen ejercicio considero
Mi tendencia a depender
Del bichito centinela
Que nunca me abandona
Y me hace conocer
Lo bueno y lo malo por hacer
Conciencia es bien llamada
Y en mi mente con el rostro
honesto de mi padre la pinté
porque él, al igual que ella
me indican con un gesto
“esto, amigo, no se hace”
“hágalo, está bien hecho”
Señalando honradamente
Lo que diferencia el mal del bien
Y si alguna vez desoí su voz
Y el camino equivoqué
En mis remordimientos los uní.
Cuando el peso de un pecado
El alma me corroe sin cesar
Es ella o él el que acude
para hacerme comprender
lo que debo hacer para el daño
sin reclamos enmendar.
Siento que me aplauden
Y me alientan cuando obro
Correcta y adecuadamente
Y mi pecho se agranda
Para recibir el imaginario
Abrazo cariñoso de mi viejo
Y de la conciencia su placer.