la espuma blanca de las olas acaricia el arena,
con ese roce sensual que existe entre amantes,
llenando las playas de presentes que hablan de un simple enamorado,
un poco desesperado,
luego los recoge y con latidos de agua y sal los lleva asta la otra orilla del mundo,
donde los reparte de nuevo,
al abrirlo solo un suspiro,
secretos de mar y arena...