Luis Pizarro M.

POEMA ÍNTIMO

 

 

Estás aquí hoy.

En mi contenido,

con la picardía

de tus ojos hablantes.

 

Julia Del Prado

 

 

1

 

Padre mío, ahora que te veo es una cóngoja

 divisar tu rostro contemporáneo

guarda tu quietud y tu pena

construida con los años y melancolía

 

Tu personalidad servicial es inconfundible.

Tu sonrisa se enciende y se apaga

como un faro de la ciudad. Así, fugaz. Es como

dar miradas al sol y no quedarse enfrentándolo

porque su fuego arde

en las pupilas sensitivas. Tu semblante es

una calle estrecha / colmada de recuerdos. Te miro

y pienso, ¿Qué habrá en tus póstumos pensamientos?

¿Golondrinas / bonitos cuentos

o retóricas historias grandiosas por contar?

¿Qué lamento guardas?.

Te observo, tú a pie de la cama —mientras miras la tele—.

Me adentra una honda tristeza que busco disimular,

para que no lo notes: “Has muerto un poquito más”.

 

2

 

«Quiero que sepas entrañable viejo: No siempre

soy bueno para expresar mi cariño hacia tu persona

porque no hallo palabras exactas para contarte

de lo agradecido que estoy por dar tu aliento moral

a mi ser para seguir en la lucha por mi sueño.

Tus pasos lentos me duelen en el corazón

Pues eres mi razón de ser en esta vida padre».

 

3

 

Volteas, me miras. Me consuelas.  

Me salen al fin las palabras dramáticas.

 

«Si antes no te lo eh dicho: “Amo tu buen corazón”.

Quiero que sepas te quiero tanto padre mío

que moriría si Dios te lleva a su morada celestial.

No superaría tu partida». Lágrimas y más lágrimas.

 

—A medida que puedo a pesar de la rutina que 

a los hombre esclavizan. Busco darte mi espacio y tiempo.

—Sé que nos cuesta llegar estar de acuerdo

pero tú jovialidad es algo sorprendente.

Eres casi un niño compuesto de virtudes.

Tu paciencia y comprensión lo llevas a flor de piel.

 

....

Que no me falte 

 tus palabras

padre querido

son mi motor

de seguir siempre a proa

 

Tampoco no me falte

tus niñas resplandecientes

que son mi luz

y mi llegada

después de cada jornada

...

 

Sin tardar ahora que te tengo con vida  

voy abrazarte y besaré tu frente con júbilo.

Te dire que te quiero mucho,

de que hoy estás

 entre

mis versos íntimos