Yo bien sé
que guardas mi amor
como tropical tesoro
en cofre de seda luminosa.
Sé que llegaste a amarme
en tu inmenso corazón
a ras del horizonte de tus días
en tu soledad
ahogada de tanta belleza.
De tus virtudes
todas las quisiera
y ver volar
las alas blancas de tu alma
llegar hasta mi campo
sembrado de abrazos
con todo
lo que yo más quisiera.
Ven conmigo
a aquella senda clara
donde a cada paso
nos rozaban la ternura
los besos y las flores...
Y canta a la eterna primavera
que nos acoge en sus brazos
de agua dulce y serena.
24-9-2017