Cuando miro en tus ojos reflejada,
la dulce plenitud de tu belleza,
comprendo mientras mi alma se embelesa,
que sabes sonreir con la mirada.
Que sube a tus pupilas, nacarada
la magia que en tus labios se recrea,
por eso si te miro me hago idea,
que veo una sonrisa iluminada.
Es sol que alumbra un mar cuando me miras,
o el numen inmortal en que se inspira
mi alma para amarte con exceso.
Permite que en sus cielos procelosos,
me ahogue; y que luego venturoso,
me reviva la gloria de tu beso.