Si de verdad me quieres
déjame respirar,
déjame huir.
No necesito correas,
y tampoco tu presencia.
Sólo sentir que estás ahí.
Si de verdad te importo
dame espacio para correr.
Déjame pensar.
No quiero opciones,
y tampoco soluciones.
Sólo saber que estás.