Caminé buscando tu sombra y mirada , engañado por el alma, tomé un rumbo con excusa tardía y falsa sobre la verdadera razón de encontrarte, de aquel encuentro casual de lo extrañado, pensando en ese abrazo, creyendo en que el destino nos atraparía esa noche. En calles desiertas, recorrí los pasos caminados, que alguna vez cruzamos juntos en dirección al cine independiente.
Al llegar sin compañía, y en el ingreso de aquel cine, alguien me preguntó ¿Cuantas entradas necesita para la función de la noche?, algo des ubicado por la pregunta, respondí deme dos con duda, tratando de engañar a la soledad, no sabía qué hacía en aquel lugar. La función comenzaría en una hora, así que salí en busca de un cigarrillo a pocas cuadras.
Recogiendo los pasos, recordaba aquellas noches en las que mi mano podía abrazar tu cintura mientras caminábamos. Mi mano no duraba mucho tiempo ahí, no te gustaban los abrazos; nunca lo entendí. Cuando mi brazo cruzaba por tu espalda, pensaba en cuanto tiempo esta vez permanecería mi brazo antes de que lo retires incómoda.
Ya voy a varias cuadras del cine y te pienso no sabes cuánto. Buscando el cigarrillo me encuentro en el centro de la Mariscal un lugar diáfano de fiesta,cervezas, recuerdos, música y personas en busca de diversión, otras en busca de despecho. En cada paso que doy busco conocidos tratando de ir con dos sombras junto a mí caminar, pero voy solo y así me siento mejor, yo solo busco tu sombra. Dando pasos seguros ahora con el cigarrillo entre mis dedos camino, sin rumbo fijo sintiendo como la noche se hace más noche y como la lluvia me persigue. Para escampar de la lluvia debería entrar en algún lugar de buena música y pensar junto a una cerveza, más reflexiono en lo absurdo que me vería solitario, perdiendo el tiempo sin decir palabra alguna junto a la barra del bar.
Me he parado bajo la cubierta de ingreso a un pórtico de una casa para evitar mojarme; la lluvia deja desolado el lugar y me preocupa el cigarro el cual se encuentra en su etapa de muerte, dejo caer la colilla sobre un charco de agua que se ha formado y su braza se extingue bajo las gotas de lluvia , soltando su último manto de humo que se desvanece, pienso en comparar ese momento con algún suceso de la vida, pero mi mente esta en otro lugar. A pocos pasos de aquel pórtico está el recuerdo. Me encuentro cerca de aquella vereda en la que te llevaba en mi brazos después que bebiste unas copas demás síntiendote ebria , sonrío al recordarlo. Alguna vez comprobé que tú nunca harías lo mismo por mí, más negarme entre las personas sería lo tuyo, trataba de ignorar esos momentos buscando excusas a tu favor; tal vez así eres, tu esencia pura.
La luz se refleja en las calles mojadas. La lluvia ha parado y camino varias cuadras más, mis pasos no esquivan los charcos de agua y me encuentro con aquel cafecito en donde se lee y comparte poesía, aquí podría sentirme mejor pienso, adicto de un café. Estuve a punto de entrar sabes, pero cambié de dirección y saqué aquellas entradas de cine; la función había comenzado y sabía que ya me habías olvidado, sabía que jamás sería lo mismo, tu no me aceptas, ni descifraras jamás, no lo entiendo, no entiendo nada. Soy culpable por decir siempre la verdad de mis pensamientos y sentimientos. Con mucha duda, algo de odio y desilusión, aferrado a que me equivoque, por tener esa esperanza de poder tenerte de nuevo, comprendí que soy de marte y tú de venus recordando aquel relato de letras sin bragas. Esperando equivocarme con mí reflexión caminé noctámbulo, solo con mi sombra y las últimas gotas de lluvia, en busca de tus ojos perdidos, sabiendo que no te encontraría esta vez o tal vez jamás, no lo sé, pero esa noche te extrañé.
JDanielVC