andrea barbaranelli

Como por error

 

Así pues, por ninguna otra razón,

sino por un descuido, por un gesto involuntario

que cambió de lugar algún objeto

como el jarrón de cristal tallado que descompone el rayo de sol

cruzando la habitación en penumbra

y le da un matiz especial al aire estancado, así que

puede demorarse, un momento,

la que ya no está más

y mover sus manos con la misma

intensidad de entonces y decir

las mismas intensas palabras.

Justo así, por un imprevisto efecto de luz,

porque el jarrón ha sido

casualmente colocado en el borde de la mesa,

en la dura esquina, a plomo sobre el piso

con losanges de cerámica antigua, azules

y amarillas, en las que puede avanzar

un pie blanco, ligero, cuyo transcurrir

a través del rayo es nada más que un reflejo.