Yo te canto una canción
el fruto de mi garganta
el eco diario de mi corazón
hecho amor en una plegaria
que nos queramos siempre los dos
fuente de lirios y de amapolas
amor ferviente, caracolas
salpícan alegres las olas
de los mares, sedientos de color
sueña el alma , sueña
con la risa de la aurora
con el rocío de la flor
hambriéntas de sol, las caracolas
búzco y rebúzco el beso
en el madrigal de tus ofrendas
en el rastrojo, de tus labios rojos
por la locura de mi senda
enfermo y mendigo, a ti acudo
mi amada eterna, suplicando
este amor de leyenda
te daré mis canciones, y mis poemas
con tal que nunca me abandones
seré telaraña en los rincones
de tu corazón, día tras día
beberé de tu fuente, para
calmad la sed del alma mía...