Le hallé
hacía gala del majestuoso acontecer
lucía el mismo traje terrenal
Algo presuntuoso
franqueado de algarabías
dejaba en libertad su curso
inmensurable distancia
Curtidas cicatrices
las piedras
me hablaron del sol
La enigmática confesión
quedaba registrada
en las patas de la gaviota anciana
como zurcidas costuras del pantano
Al albedrío lunar
otra vez
Impenitente
alzó sus manos
dijo adiós
salpicando la poesía