argantonio

El viajero soñador

Cuando se va con un adiós definitivo

quien tantas horas de zozobra y de dicha

contigo ha gozado y sufrido, es de lo más

natural plantearse si vale la pena seguir vivo,

sesenta años son tantos que valen varias vidas,

para que una sola te expulse de este único paraíso.

 

!Cuantos trenes, cuantos autobuses!

cuantos paseos, solos pero nunca solitarios,

cuantas sonrisas compartidas, cuantos guiños

a la vida, cuantos siléncios, cuantos cantos

de esperanza compartidos, hasta llegar a este

último viaje solo de ida con el único gran consuelo

de haber vivido!