Yo te pongo entrelazado
con múltiples flores y bayas
tejiéndo las ramas en círculos.
Y así hallo la calma
que trasmite el encanto
del día tibio
recién comenzado.
Aires de bosque rugoso
en mis manos,
buscándo la belleza,
fanfarria otoñal
de vibrantes colores
pétalos rojos, protéas,
leucodéndros y zumaque
envueltos con textura natural
¡lo hacen brillar!
Destellan frutos
dorados, anaranjados,
unidos al gran nido,
ocre- amarilleado del reverso
con sus asas de ramas
de hiedra fresca.
Otoño, te columpias unas horas
en este nido,
frenesí que guarda mi tesoro,
de ojos café claro,
incéndias y abrasas hasta el sol
y al volcán
de mis amores
prendido de vivo rojo
en lo hondo del corazón
con lágrimas dulces.
Nidito hecho con amor
donde te celebro,
y te siento.
26-9-2017