Cuando ya me haya ido
descansaré en la sombra
diluyéndome lene
como un simple sonido
Otras vidas vendrán
con sus valijas ya hechas
sin saber que anduve perdida
por el camino, maltrecha...
Y que mis escondidos latidos
suplicaron cual mendigos
su lenta tortura sin testigos,
ante tanto desprecio sufrido.
Busqué con desespero, un abrigo
para entibiar el invierno prendido
pero, indiferencia fue el único vestido
que encontré como mísero atavío.
Pero, sé que otros seres llegarán
vistiendo este, mi viejo atavío
y descubrirán la intensidad
de cuanto dolor he sostenido.