De carne y orgullo se hinchan los gusanos
la arrogancia me hizo mi mecenas,
de proferir estrofas con la panza llena
cambie la juventud por este sino.
Soy el menor de los poetas menores,
ni Quevedo, ni Vallejo, ni Hugo,
barnizo la madera de este yugo
donde pondrán mi cabeza los lectores.
Si alguna me indulta de profano
tal vez tarde, tal vez temprano
me esmero de ser aquel cartógrafo
para mapear con una cara de la mano
los rincones de un oficio tan arcano,
les dejo mis versos de típografo.