Esteban Mario Couceyro

Romance de niños

Si pudiese llorar

mientras

el día se oculta

de la noche.

 

Si pudiera

regresar

una vez más

al amanecer

de tu mirar

a tus manos de niña

a la alegría de correr

en los juegos

de la inocencia.

 

Si retornase

a esa despedida

que sabías

definitiva

con las manos entrelazadas

 

Y las miradas

húmedas

sin llanto

en gargantas cerradas

sin palabras

despedida sellada

con un beso

el primero

que nos hizo

saber

lo que no sabíamos

de la inocente

amistad

para

ser amantes.

 

Y aún lo somos

ante el abismo del tiempo.

 

Han pasado tantas vidas

y el recuerdo

retorna

como un fantasma

en una realidad

que se desvanece en el horizonte.