A. Martinez

Llegas.

De golpe vienes
por las noches;
respiración callada
que te sabe cerca,
muy cerca,
a suspiros
de mis brazos.

Tu pelo negro
despierta
la madrugada,
inclinando mi vela
hacia tus ojos,
hacia tu boca
despreocupada,
que acaricia
la razón.

Tus dedos
dibujan caminos
en mi rostro,
y esa mirada
impregnada
de estrellas,
leve destino
que se beben
mis ojos.

Voz de primavera
anticipada;
tu cuerpo
evaporandose
de ropas,
posándose
sobre mí,
tocándose los labios
que abandonan
las sonrisas.