Pietro Igarza

Llora corazón azul

en el azul de su mirada
subyace el corazón de nuestra amada Gaia
bombea peces, mantarrayas
en palpitaciones de sal se aglomera.

Una pequeña taquicardia
¿será de amor o es la ribera
que arrastra a su paso insensibilidad?
quizá sea sutil gresca,

nada pasó —dice— regulando sus latidos
soslaya el ligero incidente
y continúa a su vera
no sintiendo dolor en su inconmensurable sino.

Mas se hacen repetidas
las fallas de bombeo
ya no es más la ribera
ahora verdugos con vela son encendido hierro.

Y laceran con venenos noche,
noche de oro negro,
a temeroso ventrículo izquierdo
que tose y tose
creyendo haberse recuperado...
¡Adios!
a inocente centro motor
una arritmia ha enfriado.