Me expuse al rumor del viento,
permití la influencia de la nada,
se sentía que me movía con el aire
Me apagó por dentro,
y el ardor del alma
se iba llenando de interior,
de tan poco,
que el vació lo sentía como un destierro.
No había nada que lo cubriera
ni las hojas enmohecidas
que desnudó el eco
para vestir el silencio
de aquello que gime el aire.
Siempre es una voz…aquella
en forma de eco
…la memoria del viento,
y eterniza lo que se adentra
y hace estremecer el alma…
*Khadija*