Poema
Eres las lágrimas que recorren mis mejías,
las sonrisas de mis alegrías,
las frustraciones invenibles,
mis nervios con sus defectos.
Dicen tus autores,
que eres esencia aromática,
como una taza de café,
en una tarde romántica.
Te llaman canto armonioso
como un coro glorioso,
que entonan melodías; misericordioso,
como trinos de pájaros.
Los que no ven tu arte,
no lo valoran y te dan puñales,
cual daga que arde,
y daña tu faz risueña.
Tus hijos que cultivan tus semillas,
con apoyo de boleros,
son trovadores,
que conquistan los corazones.
Eres cuento viviente,
que narras historias,
desde odio y amor,
hasta culto y aventuras.
Grabado en linaje de papel,
donde el poeta plasma sus emociones,
demuestra lo que siente,
para que todos escuchen y empaticen.
No te marches en el reloj del olvido,
quédate con nosotros como un tesoro,
muchos te tienen como un recuerdo,
vales mucho, más que el mismo oro.
Poema, me inspiro en los paisajes,
en las hermosuras y maravillas,
en mis tiempos y emociones,
para que sean leídos, oídos y sentidos.
Juventino Pérez