¿No puedo ser yo quien cante
a unos amores tan lejanos,
a unos amores desesperados
con poemas que no consigan
acabarse en un solo verso?
¿Tampoco puedo ser yo quien cante
a esos seres que ya unirse quieren
en aras del amor y del deseo,
y fundir sus apellidos en un beso?
Si yo fuera dios, pondría alas al viento,
y construiría puentes a los espacios,
me quitaría, si dios fuera, también la sordina
y escucharía de dos enamorados el llanto.
Crystal y Jorge, Jorge y Crystal
ya es la hora de empezar a caminar;
al universo, a la tierra y al mismo mar
con vuestra pasión empezad a conquistar
… y que sea el amor el último verso final.