En una esquina callada de la tarde
anheló el regreso
ciñó su silueta
Las hojas
agonizantes
dejaron su trayecto de última ventisca
Apenas perceptibles
en la hojarasca
las lágrimas
empañaron sus tristezas
Quedaron empinadas
en trozos
desorbitadas
Inventaron escalones
hacia el muelle
antes de soltarse