Buscaré el arrebol de tus mejillas encendidas
en el purpura fogoso del horizonte en agonía.
Buscaré el matiz sonoro de tu voz tan dulce
en el canto del zenzontle y gorgeo del gorrión.
Buscaré la seda y la delicadeza de tus manos
en el pétalo de la rosa húmeda por el rocío.
Buscaré la tibieza de tu aliento en flor
en el viento suave de un atardecer de verano.
Buscaré el negro profundo de tus ojos melancólicos
en la capa enigmática y el sueño de la noche.
Buscaré el brillo y lo sinuoso de tus cabellos
en el camino del riachuelo que se esconde en la montaña.
Buscaré tu ternura, tu amor, tu cariño
en nuestros instantes juntos fundidos en el tiempo eterno
y que hoy se quedan conmigo abundando mis recuerdos.
Y si después de buscarte no te encuentro
te esperaré allá donde el tiempo se detiene
y cada instante se hace eterno
allá donde el sol decansa su agonía
atras del horizonte