UNIDOS SOMOS UNO
Dan muchas vueltas las tormentas y se enredan en un trampolín, como pedestal de amor en el ocaso y en las agujas del reloj, se integran para la transformación y levantar la bandera de la hermandad, se une el barlovento en vibras de amor, un gesto que hace que cualquier lugar puede ser mi o tu casa, si eres tú o yo quien abre la ventana. Aunque el viento nos diluya y la vista se nos desborden en lágrimas y se suelten nuestros sueños en una noche de otoño.
Un día, este trauma sólo será evocaciones desoladas en vientos de otoño. Enviemos frescas ramitas de aliento, a la isla del encanto y que se encrespen los poetas por entibiar los sonetos otoñales, al sujetarse la candente estación del alma del otoño. En árboles enfermos se van los coquies con sus sueños perdidos, soplan los vientos desde el infinito, resaltan los laberintos y los héroes caninos se revientan en tristeza al encontrar ciudades y humanos enterrados en colapsados acordeones, de tormentosa melancolía, se han quedado como mariposas sin hogar, perdidos, sueltos en medio de la catástrofe, solo con el hilo que sostiene al Cielito Lindo. Unidos vamos a respirar un mundo nuevo y tendremos el privilegio de cobijarte en solidaridad, ver que te levantes y despiertes en un sueño de una noche otoñal, para que reconstruyas tus sonrisas, aunque broten historias de sismos en el viejo San Juan y se haga viral el pánico en el universo y en vientos de nostalgia. Frondosos y como niños volverán a nacer, suspira Puerto Rico y sigue brillando México, que con castillos en las veredas y en refugios se acariciaran sus almas, unidas desde el corazón, verás que valdrá la pena,
levantarse con otoño en el corazón
Autores:
Siomara Henriquez de Goldman
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