Orea el viento la primavera
que con dolor el paso dejó el invierno,
y su espíritu armonioso la mente señorea
el claro que las rosas ha dejado eterno.
Luz ante la sombra y tuetano a los huesos
muestra regocijo el mismo cielo,
que su mirar y reir hayan en mi vuelo
un lugar favorable en compensa de sus besos.