Ya no trazo letras, apenas salpico puntos, desde que con mis complejos nos mudamos juntos.
\"¿Habrá motivo suficiente en la palabra para seguir vivo?\" Preguntó el difunto. No le busqués sentido, ni sé a lo que apunto.
De poeta tengo sólo la angustia. Producir dolor, para tu dolor; no hay mayor secreto del auge en mi industria.
Se extingue el fuego del deseo y vuelve Prometeo al desempleo. Escribo mas no leo. Así de absurdo soy, como reloj de mausoleo.
Se me ha pasado el tren, y más de un andén también. Que mal me ven, igual no se preocupen, es porque nunca supe estar tan bien.
¿Quién tiene de rehén a quién? ¿Quién te atraca? ¿Quién se hamaca en el vaivén entre sien y sien?
Dudas, se amontonan mientras las eludas. Se evaporan cuando te desnudas. Es el eco que reclama ayuda.