La noche se ciñe a mi cuerpo,
vamos en un barco encantado,
con suaves caricias descanso
Orión nos guía con dulce poesía,
caperucitas feroces, lobos tiernos
que llevan en la cesta sus poemas
Un arsenal de piedras preciosas,
las dudas si serán o no serán
de la montaña sagrada, natural
Negro azabache, blanco jazmín,
nubes de plomo sin derretir,
lluvia de aviones, mar de burbujas
Violetas imperiales, faisanes,
lunas que brillan en otros lugares
donde los balcones tienen flores
Caminos de soldados desarmados,
licores de sabores muy extraños
que corren suave por tus labios
Corazones, picas, diamantes,
bahía de coral, fantasía del mar
en un lugar de ternura sin final
Dame tu amor, sube a mi nave
ÁGORA