LATIDOS
Autor: Eduardo Carreño L.
Las huellas se iban desprendiendo de mí,
mientras caminaba y dejaba de lado el arena,
era como si dejase el vacío marcado allí,
esperando que las olas me dieran una opción
y así pudiese de alguna forma, volver a nacer…
Y sin más rescataba los latidos sumisos,
intentando dar el empuje consciente para avanzar
y así poder subir el volumen a los latidos,
ser el pintor perfecto que le da color a las sombras,
ser el eterno guerrero en busca de momentos de paz…
Real y a la vez profundo, sintiendo al silencio hablar,
coronando en lo místico y en ese instante completo
el pensamiento que aparece a través del sentir,
de ese efluvio compasivo, que nos imagina tiernamente
volver al primer latido, volver al alba, al amanecer…