No calculé amor matemáticamente
yo solo procuré usar la precisión en tus senderos
para que mi caricia no dejara en tu geografía
coordenadas vírgenes.
Nunca usé un compás ni tampoco una escuadra
solo use mis manos como regla y con ella intuí
la medida y cadencia de tus curvas.
Nunca calculé la estadística de tus poros abiertos
solo ellos fueron la brújula de mis besos por tus simetrías sagradas.
Nunca calculé el área de tus parábolas mágicas
solo me interné en ellas con
la devoción de un matemático por sus números.
Yo no calculé nada
pues la naturaleza lo hizo por mi
solo seguí los patrones que me dictó tu cuerpo
y me dejé guiar por tu latido y frenesí.