Fuiste para mi algo muy grande,
Me diste tanto, aprendí tanto de ti,
Solo Dios sabe todo, todo lo que tú me diste,
Por eso es que escribo tanto para ti.
Donde estas mujer, a quien abrigas,
Que de amor mi corazón muere de frio,
Te perdí en la obsesión de poseerte
Creyendo que tu amor era tan mío.
Se fue por un camino inexpugnable
Se alejo de mí, era su muerte,
Me dejo en soledad, que insoportable
Que dolor la angustia de no verle.
Ya no quiero pensar en ti, es amargura,
Insensatez de mi mente en recordarte,
Soñando siempre en tu dulzura,
Creyendo en tu retorno ante la muerte.
Porque no te rechaza el corazón que muere
Y sigue pensando en la dicha de tenerte,
Porque esta obsesión de amarte que me hiere,
Porque mi alma no se cansa de quererte.
Aquí en mi soledad, en mi recuerdo,
Evoco amargamente tu presencia,
Pues ella me dio vida, y si la pierdo,
Es por el dolor inmenso de tu ausencia.