Los dìas grises del otoño
llenan mi alma de melancolìa
al recordar cosas que pasaron
y que al recordar...
me hieren todavìa.
Tu recuerdo aùn presente
sin poderlo olvidar,
lo que pudo ser y no fue
por una jugarreta del destino
o por algo causal, ¿seguramente!.
No quise o no supe, intentar
dialogar contigo y aclarar dudas,
comenzar de nuevo, si era necesario
y lo màs importante...
¡ perdonar... y pedir perdòn !...
El orgullo y la incomprensiòn
se tragaron las palabras de amor
que debieron de nuevo surgir
y zanjar la diferencia entre los dos
pero,parece que, ¡ escrito estaba !...
¡Y todo de pronto acabò!...
Solo queda, entonces
la añoranza, el recuerdo,
¡ mi eterno amor !...
sin odio, sin rencor,
hasta el final, por siempre.
¡ Asì serà !...