veo una extraña conocida
que se pierde en su mirada
que se esconde en su sonrisa
que se queda paralizada
mientras con dificultad respìra
tratando de descifrar
el dolor que a su lado camina
veo una extraña conocida
con el alma extraviada
con las venas vacias
con las ojeras marcadas
las heridas zurcidas
las lágrimas atrapadas
dejando expuesta su miserable vida
entonces se aclara su mirada
las palabras encuentran la salida
frente al espejo se queda parada
preguntándose quien con pena la mira
quien le confisco su brillo su alegría
pero si solo soy yo, quien frente al espejo se mira
que desde que no esta, se convirtió en esa extraña conocida