Alejandro Schleyer

Tranquilo mar

El mar tranquilo se goza,
el mar tranquilo está.
Nada sobre él se posa
que lo pueda lastimar.

Pasan las tormentas lentas,
pasan con furioso tronar
y el cielo entero ennegrece
buscando al mar alterar.

El mar tranquilo se goza,
el mar tranquilo está.
Su calma no está en las olas;
su calma está más allá.

El mar se ha puesto inquieto,
inquieto por algo está.
¿Qué será lo que le acosa?
¿Qué detiene su gozar?

Pasa una nave tranquila:
es el hombre, hijo de Adán.
Pasa una nave serena:
es, por Dios, el rey del mar.

El mar se ha puesto inquieto,
inquieto por algo está.
La nave no está segura:
las tormentas puédenla ahogar.