Quiero que el eco cautivo de mi voz
inunde
cada rincón de tu alma
de amor, fuego, pasión y felicidad…
Que mis caricias convertidas en brisas
mañaneras
vuelen mudas por los tejados
de la oscuridad
para acariciar cada rincón de tu cuerpo.
Que el alma de mis besos encendidos
traspasen
todas las teorías cuánticas del universo
para posarse en tus labios
y allí morir para siempre
perpetuando el placer de morir incinerado.